#arteconciencia

CARMEN: reflexiones desde un ballet.

Luego de digerir este clásico de la danza, como es costumbre, nos pusimos reflexivos pensando en la sociedad y qué mejor día para compartir esto que hoy día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer.
Nos resulta  interesante mirar comparativamente la narrativa de la época en que se inspiró Carmen y la actual con hechos tan repetidos (no por suerte). Lo que antes resultaba un “crimen pasional” hoy ya sabemos que para nada se le ha de catalogar de tal manera.
La violencia es violencia con todas sus letras, como tal ha de condenarse, lo pasional servía para justificar el hecho y hacerle creer a las víctimas que todo ese maltrato era por amor, lo que le encerraba en un ciclo de violencia más sórdido y descomunal.
Partiendo de la premisa que la libertad le corresponde a todos los seres humanos sin distinción de ningún tipo nos parece muy importante enfatizar en que hay narrativas que vale la pena deconstruir y esta es una de ellas. No estamos hablando ahora de transformar la obra que es un clásico y aunque no lo fuera se ha de representar con fidelidad a lo que cuenta el creador. Más bien usando esta historia motivamos al pensamiento y fue un pretexto espontáneo para profundizar en los trasfondos de esta puesta en escena, pues al leer los argumentos y sinopsis hemos identificado un discurso que luego se evidencia a nivel comportamental en la realidad, exponiendo parte  de los problemas por los cuáles se ha naturalizado la violencia hacia las mujeres frenando la ruptura con esa familiaridad acrítica.
En este caso usando la tragedia de la obra, donde cualquier semejanza con la realidad actual todavía hoy es pura “coincidencia”, a Carmen se le apuñala por razones de celos. Este acto que se había estado conociendo como crimen pasional y por tanto permitía, lamentablemente, justificar el hecho, hoy se procura reconocer como violencia de género, sin embargo, nos encantaría que se entendiera (en caso que a usted no le guste ese apellido género) que es VIOLENCIA y como acción humana se ha de juzgar y sobre todo irnos organizando como sociedad para que las generaciones actuales y futuras aprendan maneras sanas de relacionarse, sin toxicidad, que la cruch tenga límites y la pasión se goce comprendiendo conscientemente que ese otro tiene una vida que a usted no le pertenece pero que si le eligen por el tiempo que dure aproveche y deje una hermosa huella.
Si uno de los dos elige terminar tanto por las claras como con su comportamiento, que le vaya bien, dese un respetón y recuerde que existe el amor propio (si lo olvidó y no lo encuentra vaya al psicólogo).  No se haga tan poco favor de estar violentando a otra persona porque no le presta atención o no le desea (entiéndase que existen varios tipos de violencia: física; psicológica manifestada a través de chantajes emocionales, acoso, manipulación a través de la victimización u otros mecanismos para generar sentimientos de culpa y lograr una influencia/poder sobre quien se quiere dominar…)
Si usted violenta a otra persona para que esté a su lado, obligao, su mensaje latente (implícito) es que usted es tan poca cosa que no podrá estar bien acompañado consigo mismo o que no existe nadie más capaz de amarle y usted sentirse feliz con otros amores, que no se cree merecedor (a) de estar satisfecho (a) con otra persona, denota inseguridades que es urgente resolver.

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